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domingo, 13 de junio de 2010

¿Deben desaparecer las diputaciones y así contribuir a mejorar la situación económica?

¿Deben desaparecer las diputaciones y así contribuir a mejorar la situación económica?

Una respuesta sobre la crisis del ministro de Fomento ha devuelto a la actualidad la existencia de las diputaciones y su funcionalidad en el momento de crisis actual. El PP se ha apresurado a promover mociones en los ayuntamientos y en las diputaciones de la Comunidad para salvaguardar su buen hacer, mientras que en el PSOE se ha asegurado que es una reflexión que no hay que perder de vista para replantear su utilidad dentro del Estado de las autonomías.



El debate de la necesidad de las diputaciones, como el de la Monarquía, por poner dos ejemplos, están latentes en la sociedad y, dependiendo del momento político o social, se manejan al antojo de las circunstancias o adquieren mayor relevancia mediática. Ahora es la depredadora crisis económica que e l Gobierno no quiso primero ver, luego creer y, cuyas medidas de reacción siguen, por tanto, llegando tarde a cua lquier cambio de los mercados la que vuelve a situar en la primera línea del debate el trabajo que llevan a cabo las diputaciones provinciales en un Estado concebido como de las autonomías.
No está mal que la respuesta de José Blanco -otra vez el ministro de Fomento ejerciendo de líder del Ejecutivo- en una entrevista publicada el domingo en este periódico haya suscitado tantas reacciones. Y pienso que no está mal porque en el día a día se demuestra que las diputaciones provinciales tienen que replantearse el modelo de funcionamiento para subsistir. Blanco creo que sólo expuso un sentimiento generalizado aunque, como siempre, la oposición se ha tomado la reflexión como un decreto ley y ahora busca con mociones en los ayuntamientos y diputaciones de la Comunidad defender su continuidad. Lo cierto es que a pesar de sus casi dos siglos de existencia, la agilidad administrativa de las comunidades que, bien por ser uniprovinciales, insulares o el País Vasco, carecen de ellas invita ciertamente a su desaparición.
Esa tesis la refrenda más aún el perfil político que las conforma en la actualidad y que, como siempre, aunq ue hay excepciones (en las que incluyo a los técnicos y funcionarios), su definición podría encontrarse en cualquier manual como la institución pública provincial formada por los militantes de unos partidos políticos cuyas cúpulas dirigentes quieren promocionar dentro de sus siglas, foguearlos en la vida pública con vistas a cargos de mayor responsabilidad o, simplemente, agradecerles los servicios prestados en la política local... Repasen el historial de presidentes y diputados a ver si no hay coincidencias...
Ironías al ma rgen considero que su existencia está justificada y su funcionamiento es más que necesario en provincias con la cantidad de municipios que, por ejemplo, tiene Salamanca, ya que contribuye a su vertebración y a poder coordinar mejor las actuaciones entre administraciones, aunque defiendo ese replanteamiento cara al futuro y, sobre todo, un cambio profundo en su organigrama, en su burocracia interna y en su papel a caballo entre lo municipal y lo regional. En Salamanca no sólo resulta fundamental para muchos ayuntamientos pequeños que dependen de ella para sobrevivir, sino que su labor en favor de la cultura y las tradiciones resulta tan impagable como que ese acervo estaría olvidado o perdido de no ser por su labor, donde se incluye su modélica divulgación.
Para su desaparición habría que reformar la Constitución, y ni es el momento con los problemas más urgentes que hay ni se daría nunca el consenso suficiente, pero lo que sí hay que conseguir es que las ayudas que entregue sean las necesarias para los municipios y que se inviertan en lo prioritario. En las diputaciones actuales, por tanto, hace falta más coordinación, renovados planteamientos y vigilar al máximo objetivos y procesos.
"Debe replantearse su burocracia pero su labor de vertebración en la provincia es fundamental"
Alberto López Herrero
Redactor jefe

Sobre todo al hablar de la política y de sus instituciones es cuando no debemos ponernos drásticos ni acudir a los extremos. Pero en el caso de la recientemente suscitada polémica, aunque vieja idea, de suprimir las diputaciones yo creo que habría que cortar por lo sano. Y esto no debería abocarnos a la desaparición definitiva de una administración intermedia que cumple un papel fundamental en la vertebración de una provincia, y mucho más en una tan dispersa como está, pero sí a su rotunda transformación.
Hace ya muchos años, va ya para la veintena, un recién llegado a Salamanca contempló pasmado uno de los episodios más recordados de la vida política salmantina de todos los tiempos, el famoso Davilazo. Sí, aquel día en el que un diputado del PP se echó la manta a la cabeza, cambió su voto y con el apoyo de PSOE y CDS se convirtió en el presidente de la Diputación de Salamanca más odiado de la historia.
Pues bien, el asombro del recién llegado no era por esta triquiñuela política. No era la primera ni será la última de similares características. Lo era por la reacción de la gente. Violencia, amenazas, quema de periódicos, traslado en hombros del diputado destronado por las calles... Todo un espectáculo para el ingenuo y aún novato recién llegado, que preguntó ¿pero qué les pasa a estos? La respuesta fue unánime, "a más de la mitad les habían prometido un puesto de trabajo, un apaño para el camino a sus tierras o facilidades para construir la nave del ganado". Así de claro, clientelismo puro y duro, la mejor expresión del caciquismo español... eso es lo que se cocía en la Diputación
Han pasado muchos años y Dios me libre de afirmar ahora que este tipo de prácticas se siguen dando en la Diputación, al menos en la de Salamanca, porque en algunas gallegas las han liado pardas hasta hace bien poco.
Las diputaciones de provincias con muchas localidades pequeñas como ésta, al tiempo que iban perdiendo algunas tareas asumidas por los gobiernos regionales y los ayuntamientos de ciudades grandes, iban asumiendo otras competencias mucho más costosas y complicadas para evitar que muchos pueblos se quedasen sin servicios y sin personal que los habitase. Y en esa tesitura es muy fácil volver a caer en el clientelismo político y en el reparto interesado de los esfuerzos y los recursos.
La solución pasa por organizar una estructura comarcal que optimice los recursos gestionada por organismos técnicos con escasa vinculación política. Algo que pondría fin a la necesidad de mantener una estructura política de representación provincial sin mucho sentido -aunque estaríamos de acuerdo en que no debería desaparecer de la noche a la mañana- que tendría que iniciar un proceso de transformación radical para limitarse a llevar el control político, necesario cuando se trata de recursos públicos, de una gestión comarcalizada mucho más técnica y despolitizada que ahora.
"Es una estructura obsoleta que debería dejar paso a otra basada en comarcas y menos politizada"

Isidro L. Serrano
Redactor jefe el adelanto

martes, 8 de junio de 2010

López insiste en reflexionar sobre el papel de las diputaciones y el PP anuncia mociones para su defensa

López insiste en reflexionar sobre el papel de las diputaciones y el PP anuncia mociones para su defensa
La propuesta del vicesecretario general socialista, José Blanco, de revisar la existencia de estas instituciones ha abierto una nueva polémica entre los ‘populares’ y el PSOE.



Alfonso Fernández Mañueco. Ical Ical / Valladolid
La propuesta del vicesecretario general del PSOE, José Blanco, de abrir una reflexión sobre la existencia de las corporaciones provinciales en un modelo tan descentralizado como el español fue reavivada ayer por el líder autonómico socialista, Óscar López, quien se sumó a la iniciativa.

López se decantó por «repensar» la función de las diputaciones para que se adapten a los nuevos tiempos y buscar su modernización porque en «algunos momentos» han condicionado el papel de los ayuntamientos.

Como respuesta, el Partido Popular anunció ayer mismo la presentación de mociones en las diputaciones provinciales y en los ayuntamientos de la Comunidad, así como en la Comisión de Entidades Locales del Senado, en defensa del papel constitucional de las corporaciones provinciales.

El ‘número dos’ del PP autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, criticó el planteamiento del dirigente socialista y ministro de Fomento, José Blanco, y estimó que la «mala política» económica del Gobierno ha buscado «culpables» en los pensionistas, los funcionarios, las comunidades autónomas y ahora en las diputaciones provinciales. «Lo que hay que suprimir es el Gobierno de Zapatero», apostilló.

Fernández Mañueco recordó que en los pueblos viven personas a las que las diputaciones prestan un servicio y defendió su modernización y el papel que tienen y que les otorga la Constitución. «El PSOE quiere que la gente se vaya a las ciudades, va contra la esencia de Castilla y León y los derechos constitucionales», afirmó.

Con la propuesta de Blanco, el secretario regional de los populares interpretó que la cúpula del PSOE, y también de los socialistas de Castilla y León, está en contra de lo «esencial del mundo rural y del municipalismo» e insistió en preguntar qué va a ocurrir con las personas que viven en los pueblos, si se suprimen las diputaciones, cuando necesitan unos servicios y ayuda que se prestan por esas corporaciones. «Se hará más grande el problema», estimó.

Amigos. Por su parte, Óscar López cargó contra el Partido Popular al recordar que las declaraciones «más duras» contra las diputaciones las ha realizado la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, cuando habló de que estas corporaciones están en «función de si eres amigo o no», poco después de que no consiguiera los avales para presentar su candidatura a la presidencia del PP de Segovia.

«Hay que buscar el mejor funcionamiento de las diputaciones provinciales, se tienen que adaptar al siglo XXI y funcionar con una mayor transparencia», aseveró López, quien recordó la satisfacción con la que acogieron los alcaldes el dinero que llegó a sus ayuntamientos a través del plan de empleo local porque eran recursos no condicionados.

http://diariodeburgos.es/noticia.cfm/Castilla%20y%20Le%C3%B3n/20100608/lopez/insiste/reflexionar/papel/diputaciones/pp/anuncia/mociones/defensa/14605215-A30E-39A2-1C4D0F806DD8B17E